jueves, 24 de julio de 2014

300

Yolanda. Este es el momento. El próximo lunes 28 de Julio estaremos a 300 días de las elecciones forales de 2015. Lo que hagas en estos 300 días hará que el nacionalismo vasco caiga sobre nosotros, quien sabe por cuanto tiempo, o que Navarra siga siendo lo que es hasta ahora, un trozo más de España, orgullosa de ello.

Este fin de semana, sentada en una playa en Ibiza, bajo la pérgola del ático o a la sombra de las agujas de una catedral gótica, coges esa Moleskine tan exclusiva que te han regalado y una pluma y anotas todas las decisiones que desde el mismo lunes hay que tomar, que son muchas. Muchas. Pero que seguro dan buen fruto para la sociedad navarra:

- Debes limpiar mucho tu casa política. Mucho. Hasta sacar brillo y talento. No podemos perder ni un solo día más discutiendo sobre la Caja, sobre el Arena o sobre la incompetencia y falta de trabajo de algunos de tus compañeros de hemiciclo o de partido. Aprovecha estos días de fiestas en los que la canícula altera los sentidos y limpia lo que tú bien sabes que hay que limpiar. En dos siestas de estas con moscas y sombrero de paja hasta la nariz todos se habrán olvidado de ello, pero tú -y muchos- respiraremos aliviados.

- Devuelve dinero a los navarros. Baja los impuestos, que para algo tenemos una Hacienda propia con jefes de departamento, de servicio, de negociado, de puerta y de asiento. Necesitamos billetes en los bolsillos para poder emprender, invertir, consumir y mover la economía.

- Termina de cerrar esos pozos sin fondo de dinero y de favores que se llaman CNAIs, CPENs, policías de juguete, pesadores de camiones, ayuntamientos unipersonales.... Nada de eso necesitamos. Nada. Ahorra y gestiona bien para poder servir bien a la sociedad que ya se ocupará de hacer lo que estos parece que hacían.

- Pon orden en Educación. Tú y yo sabemos que nos han tomado el pelo -y nos lo siguen tomando- en cientos de miles (como diría aquel) de escuelas de nuestra Comunidad. Que están contando historias que no son, que están vendiendo una Navarra que no es la que ni tú, ni yo, ni nadie se encuentra cuando camina por esta tierra. Si no lo haces lloraremos. Pronto. Como lloran ahora nuestros hermanos catalanes.

- Quítate los complejos. Todos sabemos lo que representas. Y lo que es peor, tus votantes esperan eso que tú mismo quieres, pero que no tienes los arrestos, o las ganas, o la ilusión de defender.

- Consigue que Mariano cumpla la promesa de derogar de una vez la Transitoria Cuarta. O las lágrimas empañarán nuestros ojos cada vez que vayamos al Baluarte y recordemos aquel mitin.

Y como en cualquier otra empresa, después de haber hecho este cometido, metes tus cosas en una caja de cartón, pasas por Personal - Nóminas, recoges tu finiquito y buscas suerte en otro sitio. Te sé preparada y con ganas. No para volver a los matraces y los tubos de ensayo. No. En cualquier sitio harás bien. Seguro. Incluso en Hermosilla 112.

¿O volverás a dejarnos un final de primavera de angustia con chicos despeinados y vestidos de Decathlon  reuniéndose en el almacén del Parlamento?

Yolanda. Aquí y ahora se decide el futuro de Navarra. Aquí y ahora. Ganar no es fácil, nadie dijo que fuera a serlo. Requiere determinación, coraje y alegría. Pero se puede. Y tú te irás a Madrid, a triunfar en otro sitio, habiendo dejado Navarra felizmente encarrilada, habiendo desactivado un par de comandos que sueñan con tomar el poder.

Yolanda, no sólo somos más, sino que somos mejores.


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